20 jun 2010

Empezar

-Hace tiempo que pienso que no sé volver a empezar.
-¿Por qué? ¿Tan mal está todo?

Gabriela hace un gesto, un gesto triste y desilusionado. Creo que nunca la he visto de esta forma, apática sin ganas de seguir. Desde que su Sarita se fue con la luna, ya no hay razón por la que luchar. Era un amor tan especial, una amistad tan fuerte... Sofía la abraza, y ella corresponde apretándola fuerte, de esos abrazos que te dejan casi sin respiración, de esos que todos necesitamos alguna vez.

-Mírame a los ojos, Gabi.

Pero ella baja la cara sin poder sostenerla la mirada. Sofía le coge la barbilla y la levanta, mirándola a los ojos marrones intensos que parece que huelen a chocolate.

-Respira hondo. Te quiero pequeña, y acabará pasando.
-Sé, que si miro a las estrellas, ahí la veo, mas brillante que cualquiera... Siempre lució más brillante de lo que nadie lo hará nunca. Creo que la necesito demasiado.
-Yo también estoy aquí.

Gabriela asiente, pero no es suficiente. Ya han pasado muchos meses y aún la echa de menos, cada día más incluso. "¿Es posible añorarla más?" Se pregunta todas las mañanas cuando se levanta. Realmente no perdió a una amiga, perdió a una hermana, porque no siempre la familia es de sangre...

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